Rosácea de la piel, tratamiento, síntomas y causas

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente la cara, causando enrojecimiento, inflamación y, en algunos casos, lesiones similares al acné. Suele aparecer en las mejillas, nariz, frente y mentón, y se caracteriza por la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales, lo que da un aspecto rojizo y, a veces, pequeñas venas visibles.

Síntomas comunes:

1. Enrojecimiento facial: uno de los signos más característicos, que puede durar varios minutos u horas.
2. Sensación de ardor o picazón: muchas personas experimentan sensibilidad en la piel.
3. Protuberancias y pústulas: en algunos casos, pueden aparecer lesiones que se parecen al acné.
4. Vasos sanguíneos visibles: la dilatación de los vasos (telangiectasias) puede ser visible.
5. Engrosamiento de la piel: en casos más avanzados, la piel puede volverse más gruesa, especialmente en la nariz.

Causas y factores desencadenantes

Aunque no se conoce la causa exacta de la rosácea, se cree que tiene una base genética y que ciertos factores pueden empeorarla, como el sol, el estrés, el alcohol, la comida picante, el calor y ciertos productos para la piel. También puede estar relacionada con una reacción anormal del sistema inmunológico y la presencia de un ácaro de la piel llamado Demodex.

Tratamientos

No hay cura para la rosácea, pero existen tratamientos que ayudan a controlar sus síntomas. Entre ellos están:

• Medicamentos tópicos: como el metronidazol o ivermectina.
• Antibióticos orales: para reducir la inflamación.
• Láser o luz pulsada intensa: para reducir el enrojecimiento y los vasos sanguíneos visibles.
• Cuidados de la piel: evitar productos irritantes, usar protector solar y humectantes suaves.

Un dermatólogo puede recomendar el tratamiento más adecuado según la gravedad de los síntomas.

La rosácea se clasifica en cuatro subtipos principales, cada uno con características específicas. Algunas personas pueden presentar una combinación de estos subtipos:

1. Rosácea Eritemato-Telangiectásica (ETR)

• Síntomas principales: enrojecimiento persistente en el centro de la cara y vasos sanguíneos visibles (telangiectasias).
• Otros síntomas: piel sensible, con tendencia a la sequedad y ardor.
• Factores desencadenantes: la exposición al sol, cambios de temperatura, alimentos picantes o bebidas alcohólicas pueden empeorar los síntomas.

2. Rosácea Papulopustulosa

• Síntomas principales: enrojecimiento central, con brotes de protuberancias rojas (pápulas) y pústulas similares al acné.
• Otros síntomas: puede presentarse también ardor y sensibilidad en la piel.
• Características: A menudo se confunde con el acné, pero en este caso no hay comedones (puntos negros o blancos).

3. Rosácea Fimatosa

• Síntomas principales: engrosamiento de la piel, especialmente en la nariz, lo que da un aspecto abultado y rugoso. Esta condición se conoce como rinofima cuando afecta la nariz.
• Otros síntomas: dilatación de los poros y aumento del tejido de la piel.
• Prevalencia: Es más común en hombres y suele ser una forma más avanzada de rosácea.

4. Rosácea Ocular

• Síntomas principales: afecta los ojos y puede provocar sequedad, irritación, ardor, enrojecimiento de los ojos y los párpados, así como una sensación de cuerpo extraño en el ojo.
• Otros síntomas: los ojos pueden volverse sensibles a la luz y propensos a infecciones.
• Importancia: Es importante tratar la rosácea ocular, ya que puede afectar la visión si no se maneja adecuadamente.

Cada subtipo de rosácea puede requerir diferentes tratamientos, y un dermatólogo puede ayudar a identificar el tipo específico y sugerir el tratamiento adecuado.

Existen varias técnicas y tratamientos para controlar y reducir los síntomas de la rosácea, aunque no hay una cura definitiva. Aquí te detallo algunas de las opciones más comunes:

1. Medicamentos Tópicos

• Metronidazol: reduce el enrojecimiento y la inflamación.
• Ivermectina: combate ácaros en la piel que pueden empeorar la rosácea.
• Ácido azelaico: ayuda a disminuir las pápulas y el enrojecimiento.
• Brimonidina y oximetazolina: vasoconstrictores que reducen el enrojecimiento de forma temporal.

2. Antibióticos Orales

• Doxiciclina y minociclina: tienen propiedades antiinflamatorias y se utilizan en casos moderados o graves.
• Tetraciclina: puede reducir la inflamación y los brotes de pústulas.

3. Isotretinoína Oral

• Se usa en casos severos y resistentes al tratamiento. Este medicamento ayuda a reducir el tamaño de las glándulas sebáceas, disminuyendo la producción de sebo y la inflamación.

4. Tratamientos con Láser

• Láser de Colorante Pulsado (PDL): reduce el enrojecimiento y los vasos sanguíneos visibles.
• Luz Pulsada Intensa (IPL): trata el enrojecimiento general y las venas faciales visibles.
• Láser Nd
  : se utiliza para eliminar los vasos sanguíneos más profundos y grandes.

5. Electrocauterización

• Una técnica en la que se aplica una corriente eléctrica para destruir los vasos sanguíneos visibles, reduciendo el enrojecimiento de la rosácea.

6. Terapia Fotodinámica (PDT)

• Este tratamiento combina una sustancia fotosensibilizante y luz para reducir las glándulas sebáceas, ayudando a mejorar los síntomas en algunos casos.

7. Peelings Químicos Suaves

• Peelings con ácidos como el ácido salicílico o el ácido láctico pueden ayudar a exfoliar suavemente la piel, reduciendo el enrojecimiento y mejorando la textura.

8. Cuidados y Cambios en el Estilo de Vida

• Evitar factores desencadenantes como el sol, el calor, el estrés, alimentos picantes y alcohol.
• Usar protector solar diariamente, idealmente uno de amplio espectro y adecuado para pieles sensibles.
• Limpiar la piel suavemente y evitar productos irritantes.

El tratamiento adecuado varía según el tipo y la severidad de la rosácea, por lo que es importante que un dermatólogo evalúe el caso y sugiera el mejor enfoque para cada persona.

Aquí te detallo cada una de las técnicas utilizadas para tratar la rosácea y cómo funcionan:

1. Medicamentos Tópicos

• Metronidazol: es un gel o crema que actúa como antiinflamatorio y antibacteriano. Al aplicarse en la piel, reduce el enrojecimiento y la inflamación característicos de la rosácea. Es ideal para casos leves y puede usarse a diario.
• Ivermectina: tiene propiedades antiparasitarias y antiinflamatorias. Actúa eliminando el ácaro Demodex, que puede agravar la rosácea. También disminuye la inflamación y las pústulas asociadas.
• Ácido azelaico: este agente tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Al aplicarse en la piel, reduce las pápulas y pústulas al desobstruir los poros y disminuir la inflamación. Es ideal para personas con piel sensible.
• Brimonidina y oximetazolina: estos medicamentos tópicos son vasoconstrictores, lo que significa que contraen los vasos sanguíneos temporariamente para reducir el enrojecimiento. Son ideales para casos en los que se necesita un alivio temporal del enrojecimiento, ya que sus efectos son temporales.

2. Antibióticos Orales

• Doxiciclina y minociclina: se recetan comúnmente para rosácea moderada a severa debido a sus efectos antiinflamatorios. Estos antibióticos ayudan a reducir la inflamación de la piel y prevenir brotes de pápulas y pústulas. Generalmente, la dosis es baja para minimizar los efectos secundarios.
• Tetraciclina: se utiliza para reducir la inflamación y tratar las lesiones inflamatorias. A diferencia de otros antibióticos, su principal beneficio en la rosácea es su capacidad antiinflamatoria, más que antibacteriana, lo cual ayuda a reducir el enrojecimiento y las protuberancias.

3. Isotretinoína Oral

• Es un medicamento derivado de la vitamina A que reduce la producción de sebo en la piel, lo cual disminuye los brotes inflamatorios y el enrojecimiento en casos severos de rosácea. La isotretinoína también ayuda a reducir el tamaño de las glándulas sebáceas y el grosor de la piel en personas con rosácea fimatosa. Debido a sus efectos secundarios, su uso debe ser cuidadosamente supervisado por un dermatólogo.

4. Tratamientos con Láser

• Láser de Colorante Pulsado (PDL): utiliza una luz de alta energía que se dirige específicamente a los vasos sanguíneos dilatados de la piel, ayudando a eliminarlos. Es ideal para reducir el enrojecimiento generalizado y los vasos sanguíneos visibles, ya que actúa selectivamente sin dañar el tejido circundante.
• Luz Pulsada Intensa (IPL): emite una luz de amplio espectro que penetra en las capas superficiales de la piel, ayudando a reducir el enrojecimiento, las venas visibles y el tono desigual de la piel. IPL es eficaz en casos de rosácea eritmatotelangiectásica, ya que mejora el aspecto de los vasos sanguíneos y el enrojecimiento.
• Láser Nd
  : se usa para tratar vasos sanguíneos más profundos y grandes que no responden bien a otros tratamientos con láser. Es una técnica más avanzada para casos en los que los vasos sanguíneos están engrosados o son difíciles de tratar.

5. Electrocauterización

• Este tratamiento utiliza una pequeña corriente eléctrica para cauterizar (cerrar) los vasos sanguíneos visibles en la superficie de la piel. El calor de la corriente eléctrica elimina selectivamente los vasos dilatados, lo que reduce el enrojecimiento. Es una técnica más localizada que funciona bien en vasos individuales que son visibles.

6. Terapia Fotodinámica (PDT)

• Consiste en aplicar una sustancia fotosensibilizante sobre la piel (como el ácido aminolevulínico) y luego exponerla a una fuente de luz, generalmente láser o LED. La sustancia fotosensibilizante reacciona con la luz, lo cual ayuda a reducir el tamaño de las glándulas sebáceas y mejora el enrojecimiento y la textura de la piel. Se usa para casos moderados y avanzados de rosácea.

7. Peelings Químicos Suaves

• Los peelings con ácidos suaves, como el ácido salicílico o el ácido láctico, exfolian suavemente la capa superior de la piel. Esto ayuda a reducir el enrojecimiento y el aspecto áspero. Los peelings eliminan las células muertas y promueven una regeneración más rápida de la piel, lo que mejora su textura y reduce el enrojecimiento. Es importante que estos peelings sean suaves y específicos para pieles sensibles para evitar la irritación.

8. Cuidados y Cambios en el Estilo de Vida

• Evitar factores desencadenantes: cada persona tiene factores que empeoran su rosácea, como el sol, el calor, el estrés, el alcohol o alimentos picantes. Evitar estos factores puede ayudar a reducir los brotes y el enrojecimiento.
• Protector solar: se recomienda un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 para proteger la piel sensible. La exposición al sol es un desencadenante común y puede empeorar los síntomas de la rosácea.
• Productos de cuidado de piel suaves: limpiar la piel con productos específicos para pieles sensibles y usar humectantes sin fragancia ayuda a mantener la barrera cutánea saludable y reduce la irritación.
• Evitar el uso de exfoliantes físicos: estos pueden dañar la piel sensible y empeorar la rosácea, por lo que es mejor optar por productos más suaves.

Cada técnica y tratamiento puede adaptarse según el tipo y la gravedad de la rosácea, y el dermatólogo es quien puede orientar hacia la combinación de tratamientos más adecuada.

Aunque la rosácea no se puede "eliminar" definitivamente, hay trucos y recomendaciones que pueden ayudarte a reducir sus síntomas y mejorar la apariencia de la piel. Aquí tienes algunos consejos efectivos:

1. Identifica y Evita los Desencadenantes

• Lleva un diario de rosácea para identificar los factores que empeoran tus síntomas, como el sol, alimentos picantes, alcohol, café, y cambios de temperatura. Al evitarlos, puedes reducir los brotes.

2. Usa Protector Solar Diario

• La exposición al sol es un desencadenante común de la rosácea. Usa un protector solar de amplio espectro con SPF 30 o superior, preferentemente a base de minerales (como óxido de zinc o dióxido de titanio), ya que estos son menos irritantes.

3. Elige Productos para Pieles Sensibles

• Usa limpiadores suaves y sin fragancia, así como cremas hidratantes formuladas para pieles sensibles. Evita productos con alcohol, mentol, hamamelis, fragancias, o sulfatos, ya que estos ingredientes pueden irritar la piel.

4. Aplica Compresas Frías

• Para reducir el enrojecimiento o la sensación de ardor, aplica una compresa fría en la cara durante unos minutos. Esto puede ayudar a calmar la inflamación y reducir el enrojecimiento temporalmente.

5. Prueba Té Verde o Manzanilla

• Las compresas de té verde o manzanilla fríos pueden ayudar a reducir la inflamación y calmar la piel. Estas infusiones tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la irritación.

6. Usa Maquillaje Correctivo

• Los maquillajes correctores de color verde pueden ayudar a neutralizar el enrojecimiento de la rosácea. Busca bases y correctores para piel sensible y que estén etiquetados como "no comedogénicos".

7. Limpieza Suave y Moderada

• Lávate la cara con agua tibia (nunca caliente) y evita frotar la piel. Usa las yemas de los dedos para aplicar limpiadores suaves y seca la piel con palmaditas, sin frotar.

8. Evita el Estrés

• El estrés puede ser un desencadenante importante. Practica técnicas de relajación, como meditación, respiración profunda, o yoga, para ayudarte a manejar el estrés.

9. Control de la Temperatura

• Evita cambios bruscos de temperatura, ambientes calientes, y fuentes de calor directo en el rostro, como secadores de cabello. Mantener la cara fresca ayuda a reducir el enrojecimiento.

10. Consulta a un Dermatólogo para Medicación Preventiva

• Un dermatólogo puede recetarte tratamientos tópicos o medicamentos orales, como el metronidazol o la doxiciclina, para controlar la inflamación y el enrojecimiento. Además, ciertos tratamientos con láser o IPL pueden ayudar a reducir los vasos sanguíneos visibles.

11. Suplementos Anti-Inflamatorios

• Consulta con un médico sobre suplementos como el omega-3 (que se encuentra en el aceite de pescado) y antioxidantes como la vitamina C y E, que pueden ayudar a reducir la inflamación en la piel.

12. Evita los Exfoliantes y Tratamientos Astringentes

• No uses exfoliantes físicos o tratamientos astringentes fuertes, ya que pueden irritar la piel y empeorar la rosácea. Opta por peelings suaves y productos formulados específicamente para pieles con rosácea.

Implementando estos trucos y manteniendo una rutina de cuidado constante, puedes mejorar significativamente los síntomas de la rosácea y mantener la piel más calmada.

Antes de iniciar cualquier tratamiento para la rosácea, es importante tener en cuenta ciertas contraindicaciones y precauciones, ya que algunos tratamientos pueden agravar los síntomas o tener efectos secundarios. A continuación se detallan las consideraciones según el tipo de tratamiento:

1. Medicamentos Tópicos

• Metronidazol: aunque es seguro para la mayoría, puede causar irritación, ardor o sequedad en personas con piel extremadamente sensible. Evita su uso en áreas de piel dañada o cerca de los ojos. Es importante probarlo en una pequeña área antes de usarlo en toda la cara.
• Ivermectina: puede causar sequedad y sensibilidad en pieles reactivas. Evita aplicarla junto con otros tratamientos fuertes, como exfoliantes o ácidos, para evitar la irritación.
• Ácido azelaico: puede ser irritante en algunas pieles, causando escozor o enrojecimiento adicional. Debe aplicarse de forma gradual y evitarse en pieles extremadamente sensibles. Es recomendable empezar con aplicaciones cada dos días para acostumbrar la piel.
• Brimonidina y oximetazolina: estos vasoconstrictores son efectivos para reducir temporalmente el enrojecimiento, pero en algunos casos pueden causar efecto rebote, es decir, un enrojecimiento más intenso cuando se dejan de usar. No se recomienda su uso prolongado sin la supervisión de un dermatólogo.

2. Antibióticos Orales

• Doxiciclina, minociclina y tetraciclina: estos antibióticos pueden causar efectos secundarios como sensibilidad al sol, alteración en la microbiota intestinal, y posibles problemas estomacales. Es importante evitar la exposición prolongada al sol y utilizar protector solar. Además, las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben evitarlos, ya que pueden afectar al bebé.
• Isotretinoína: está contraindicada en el embarazo debido al riesgo de malformaciones congénitas. Las personas que toman isotretinoína deben evitar cualquier tratamiento láser o exfoliante mientras la estén usando, ya que puede hacer la piel extremadamente sensible y propensa a cicatrices. También es importante realizar análisis de sangre periódicos, ya que puede afectar los niveles de colesterol y la función hepática.

3. Tratamientos con Láser

• Láser de Colorante Pulsado (PDL), Luz Pulsada Intensa (IPL), y Láser Nd
  : estos tratamientos están contraindicados para personas con pieles muy bronceadas o con sensibilidad extrema al calor, ya que pueden causar quemaduras o hiperpigmentación. También deben evitarse en personas con condiciones como lupus o cualquier enfermedad que cause sensibilidad a la luz. Es recomendable no exponerse al sol antes y después del tratamiento y evitar productos irritantes en la piel para reducir el riesgo de reacciones adversas.
• Precauciones para pieles oscuras: en personas con piel más oscura, estos tratamientos pueden aumentar el riesgo de hiperpigmentación o cicatrices. Es esencial consultar con un especialista en láser para evaluar si el tratamiento es adecuado.

4. Electrocauterización

• Esta técnica no es adecuada para personas con marcapasos, problemas de coagulación o tendencia a formar cicatrices hipertróficas o queloides. Se debe realizar con mucho cuidado para evitar quemaduras o daños en la piel y preferiblemente en pieles más claras para minimizar el riesgo de hiperpigmentación.

5. Terapia Fotodinámica (PDT)

• Las personas con sensibilidad extrema a la luz o condiciones fotosensibles, como el lupus, no deben someterse a la PDT. Después del tratamiento, es crucial evitar la luz solar directa durante al menos 48 horas, ya que la piel puede volverse extremadamente sensible y propensa a quemaduras.

6. Peelings Químicos Suaves

• Aunque los peelings suaves son generalmente bien tolerados, las personas con piel extremadamente sensible deben evitar los ácidos fuertes como el glicólico. En casos de piel reactiva, es recomendable comenzar con concentraciones muy bajas y evitar combinarlos con otros ácidos o exfoliantes. Además, evitar la exposición al sol antes y después del tratamiento para prevenir la hiperpigmentación.

7. Protección Solar y Otros Cuidados en el Estilo de Vida

• Evitar el uso de productos irritantes o exfoliantes físicos fuertes es fundamental antes de cualquier tratamiento para la rosácea. La piel debe estar libre de irritación para maximizar los beneficios de los tratamientos y reducir el riesgo de efectos adversos. Además, la protección solar diaria es crucial, ya que la rosácea es muy sensible a los rayos UV.

En resumen, es fundamental contar con el apoyo de un dermatólogo, especialmente si se considera un tratamiento más intensivo o invasivo. Cada piel es única, y algunos tratamientos pueden empeorar los síntomas si no se realizan bajo supervisión médica.