El zarangollo murciano tradicional

El zarangollo murciano es un plato tradicional de la gastronomía de la Región de Murcia, sencillo y delicioso. Aquí tienes una receta auténtica para prepararlo:

Ingredientes:

• 2 calabacines medianos
• 2-3 cebollas medianas
• 4 huevos
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto

Preparación:

1. Preparar las verduras:

   • Lava los calabacines y pélalos parcialmente (dejando algo de piel, si lo prefieres).
   • Corta los calabacines en rodajas finas o en trozos pequeños.
   • Pela las cebollas y córtalas en juliana o en trozos finos.

2. Sofreír las verduras:

   • En una sartén grande, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
   • A fuego medio-bajo, sofríe la cebolla lentamente hasta que quede transparente y comience a caramelizarse ligeramente.
   • Añade los calabacines a la sartén con la cebolla. Cocina todo junto a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que las verduras estén bien pochadas y tiernas. Este proceso puede tardar unos 20-30 minutos.

3. Incorporar los huevos:

   • Bate ligeramente los huevos en un bol aparte, sin llegar a espumarlos.
   • Sube un poco el fuego en la sartén, añade los huevos batidos sobre las verduras y remueve suavemente para integrarlos.
   • Cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que el huevo cuaje pero quede jugoso. Evita que se seque demasiado.

4. Ajustar el punto de sal:

   • Prueba y ajusta la sal al final de la cocción según tu gusto.

5. Servir:

   • Sirve el zarangollo caliente o templado. Es ideal como entrante, guarnición o incluso como plato principal acompañado de un buen pan.

Preparar un zarangollo murciano espectacular no requiere técnicas complejas, pero sí prestar atención a los detalles. Aquí tienes claves y trucos para realzar su sabor y textura:

1. Cocción lenta y paciencia

• El secreto de un zarangollo auténtico está en el pochado de las verduras. Cocina la cebolla y el calabacín a fuego bajo y con tiempo suficiente para que se caramelicen ligeramente. Esto potencia los sabores naturales y da una textura melosa.

2. Proporción correcta de ingredientes

• La cebolla y el calabacín deben estar equilibrados. Aunque algunos prefieren más calabacín, la cebolla aporta dulzura y profundidad. Una proporción aproximada es 2 calabacines por cada 2-3 cebollas medianas.

3. El aceite, un aliado esencial

• Usa un buen aceite de oliva virgen extra, preferiblemente suave, para que no opaque el sabor del plato. Añádelo en cantidad generosa al inicio, pero sin excederte, para que las verduras se pochen sin secarse.

4. Textura del calabacín

• Si te gusta una textura más uniforme, puedes pelar completamente los calabacines. Si prefieres un toque de contraste, deja parte de la piel, que también aporta color y sabor.

5. Huevos jugosos

• El punto del huevo es clave: no lo batas demasiado antes de incorporarlo, ya que no buscamos una textura espumosa.
• Cocina el huevo a fuego bajo, removiendo suavemente. La idea es que quede cremoso y no seco. Retira del fuego justo antes de que esté completamente cuajado; el calor residual terminará de hacerlo.

6. Sazonar en el momento justo

• Añade sal gradualmente. Es mejor ajustar el punto al final para no pasarte, especialmente porque la cebolla caramelizada ya aporta un toque dulce-salado natural.

7. Un toque extra de sabor (opcional)

• Aunque no es tradicional, un pequeño toque de pimienta negra recién molida o un poco de hierbas aromáticas como tomillo o perejil fresco puede realzar los sabores.
• Algunos murcianos añaden un ligero toque de ajo picado al aceite inicial para aromatizar, pero es opcional y al gusto.

8. El reposo mejora el sabor

• Aunque está delicioso recién hecho, el zarangollo suele ganar en sabor si lo dejas reposar unos minutos. Así, los ingredientes terminan de integrarse y el plato adquiere más profundidad.

9. Utensilios adecuados

• Usa una sartén antiadherente de buen tamaño para evitar que las verduras se peguen y te permita cocinar con comodidad.
• Una cuchara de madera es ideal para remover sin romper demasiado las verduras.

10. Acompañamientos de calidad

• Acompáñalo con un buen pan artesano o tostadas. El contraste crujiente del pan con la cremosidad del zarangollo es irresistible.

Con estas claves, tendrás un zarangollo murciano inolvidable, respetando la tradición pero sacando lo mejor de cada ingrediente.

El zarangollo murciano es un plato tradicional que puedes disfrutar principalmente en la Región de Murcia, aunque algunos restaurantes especializados en cocina española tradicional fuera de la región también lo incluyen en sus menús. Aquí tienes una lista de lugares conocidos donde puedes degustarlo:

En Murcia capital:

1. La Pequeña Taberna
   Un referente de la gastronomía murciana, este restaurante es conocido por su cocina tradicional y platos emblemáticos como el zarangollo.

2. El Churra Restaurante
   Este local combina recetas clásicas con un toque moderno, y el zarangollo suele ser uno de sus platos destacados.

3. Mesón La Torre
   Ofrecen platos típicos murcianos en un ambiente acogedor, siendo el zarangollo uno de los imprescindibles en su carta.

En Cartagena:

4. La Catedral
   Este restaurante, situado cerca del teatro romano, es famoso por sus recetas tradicionales, entre ellas el zarangollo.

5. Restaurante Mare Nostrum
   Especializado en cocina murciana, aquí preparan el zarangollo con el estilo casero que tanto gusta a los locales.

Otras localidades de Murcia:

6. Restaurante Rincón Huertano (Beniaján)
   Este restaurante rinde homenaje a la huerta murciana y prepara un zarangollo tradicional, ideal para disfrutarlo en un entorno auténtico.

7. Los Cazadores (Molina de Segura)
   Famoso por su cocina murciana de calidad, el zarangollo es uno de los platos estrella.

Fuera de la Región de Murcia:

8. Casa Lucio (Madrid)
   Aunque conocido por sus huevos rotos, este restaurante ofrece en ocasiones platos tradicionales murcianos, como el zarangollo, especialmente durante eventos o semanas gastronómicas.

9. La Hoja (Valencia)
   Este restaurante especializado en gastronomía regional de distintas partes de España tiene el zarangollo como parte de su oferta de cocina murciana.

10. El Caldero (Madrid)
    Este restaurante murciano en la capital española incluye platos tradicionales de la región, y el zarangollo es una de sus especialidades.

Si estás en España, especialmente en Murcia, probar el zarangollo en cualquiera de estos lugares te permitirá disfrutar de su auténtico sabor y tradición.

El zarangollo murciano es un plato muy versátil que se puede disfrutar solo o acompañado de otros elementos que potencian su sabor. Aquí tienes algunas ideas para acompañarlo:

1. Con Pan

• Pan artesano: Un buen pan crujiente (como pan de hogaza o pan rústico) es el acompañamiento perfecto para disfrutar del zarangollo. Puedes usarlo para untar o simplemente para acompañar.
• Pan tostado: Si prefieres un toque crujiente, sirve el zarangollo sobre tostadas o rebanadas de pan ligeramente tostadas.

2. Con embutidos y quesos

• Longaniza murciana: La combinación del zarangollo con un embutido típico como la longaniza blanca o roja es deliciosa.
• Jamón serrano: Unas lonchas de jamón serrano de calidad aportan un contraste salado ideal.
• Queso fresco o curado: Puedes acompañarlo con queso fresco suave o incluso con queso curado para darle un toque extra de sabor.

3. Con otros platos murcianos

• Ensalada murciana: Un plato frío de ensalada murciana (a base de tomate, cebolla, huevo duro y atún) complementa perfectamente la suavidad del zarangollo.
• Michirones: Un guiso de habas típico de la región, ideal para combinar con el zarangollo en un menú completo.

4. Como guarnición

• Carnes a la brasa o asadas: El zarangollo es un acompañamiento perfecto para chuletas de cordero, pollo o cerdo a la parrilla.
• Pescados: Sirve el zarangollo junto a pescados al horno, como la dorada o la lubina, o incluso con sardinas a la parrilla.

5. Con huevos

• Huevos fritos: Una opción clásica es acompañar el zarangollo con huevos fritos. El contraste del huevo frito con el zarangollo es irresistible.
• Tortilla: También puedes usar el zarangollo como relleno para una tortilla, dándole un toque especial.

6. En tapas y montaditos

• Montaditos: Sirve el zarangollo sobre pequeñas rebanadas de pan y acompaña con anchoas, pimientos asados o aceitunas.
• Tapas variadas: Ofrece el zarangollo junto con otras tapas como albóndigas, calamares o patatas bravas para crear un tapeo variado.

7. Bebidas para acompañar

• Vino blanco o rosado: Un vino fresco y ligero marida muy bien con la suavidad del zarangollo.
• Cerveza: Una cerveza bien fría es ideal si lo sirves como tapa.
• Zumo de limón: Para los que prefieran una bebida no alcohólica, el zumo de limón natural o agua fresca con limón combina perfectamente con la frescura del plato.

El zarangollo, gracias a su sabor suave y textura melosa, puede adaptarse a numerosas combinaciones, siendo perfecto tanto como plato principal como acompañamiento.

El zarangollo murciano es un plato saludable y bajo en calorías, gracias a sus ingredientes sencillos y naturales: calabacín, cebolla, huevo y aceite de oliva. A continuación, te detallo su composición nutricional aproximada y el aporte calórico por cada 100 gramos:

Composición nutricional por 100 gramos (aproximado):

Desglose de ingredientes (por cada 100 gramos del plato):

1. Calabacín (bajo en calorías):

   • 16-18 kcal
   • Rico en agua (95 %), con algo de fibra, vitaminas (A, C) y minerales como potasio.

2. Cebolla (aportando dulzura natural):

   • 40 kcal
   • Contiene hidratos de carbono simples, vitaminas y antioxidantes.

3. Huevos (fuente de proteínas y grasas):

   • Cada huevo aporta unas 70 kcal (en función del tamaño).
   • Contribuye con proteínas de alta calidad, grasas saludables, y micronutrientes como vitamina D y colina.

4. Aceite de oliva virgen extra (grasa saludable):

   • Cada cucharada (10 ml) aporta unas 90 kcal.
   • Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes.

Estimación calórica por ración (200-250 g):

• Una ración estándar de zarangollo puede aportar entre 180 y 300 kcal, dependiendo de la cantidad de aceite de oliva utilizada y del tamaño de los huevos.

Beneficios nutricionales:

• Bajo en calorías: Ideal para dietas de control de peso.
• Rico en fibra: Gracias al calabacín y la cebolla.
• Alto en nutrientes esenciales: Como potasio, vitamina A, vitamina C y antioxidantes.
• Proteínas de calidad: Aportadas por los huevos.
• Grasas saludables: Provenientes del aceite de oliva virgen extra.

Cómo reducir o ajustar las calorías:

• Usa menos aceite de oliva (p. ej., una cucharadita en lugar de una cucharada).
• Cocina las verduras en su propio jugo a fuego lento para reducir el uso de grasa.
• Añade claras de huevo en lugar de huevos enteros para reducir las grasas.

Este plato es una opción saludable, equilibrada y perfecta para incluir en una dieta mediterránea.